Con elementos tomados de la realidad y otros estrictamente fantasiosos, el autor plasmó en este libro la historia de un joven llamado, como su título lo indica, Dorian Gray. Este había sido retratado por el artista Basil Hallward, quien se había sentido impresionado por el atractivo físico de su modelo.
Tras conocer a Lord Henry Wotton, un amigo del pintor cuyo pensamiento se basa en la idea de que “lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos”, en Dorian comienzan a surgir deseos de mantenerse siempre joven para no perder la belleza que, por ese entonces, lo caracteriza.
Para su satisfacción, el deseo se cumple y es así como la figura del cuadro envejece a medida que, como consecuencia de una serie de actos vinculados al libertinaje y la perversión, acumula las secuelas psicológicas que atormentan el espíritu de este hombre que parece no evidenciar el paso del tiempo. En definitiva, puede decirse que Dorian Gray opta por entregar su alma a cambio de la juventud eterna y la conservación de su belleza.
Como ha ocurrido en numerosas ocasiones ante la trascendencia de una obra, esta novela que deja importantes mensajes sobre la vanidad y el rol de la apariencia física, entre otras temáticas abordadas, ha sido llevada al cine y al teatro en varias oportunidades, la pelicula esta muy alejada del libro y prefiero este.
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