viernes, 26 de julio de 2013

Scott Pilgrim Vs el mundo

"Scott Pilgrim contra el mundo" es el sueño de cualquier friki. Ser una persona normal, conocer a la chica de tus sueños y que le gustes y conseguir derrotar a un montón de villanos de todo tipo, al más puro estilo superhéroe, para quedarte con ella.
Por esta razón, Scott Pilgrim es un disfrute de principio a fin. Estamos acostumbrados a que Marvel y DC nos saquen películas de superhéroes, cargaditas de CGI, cada dos por tres. Por eso, películas menos "pretenciosas", en ese sentido, triunfan tanto. Hablo, además de esta misma, de Kick-Ass, por poner un ejemplo. Se salen del marco estándar con maestría. No quiero decir que sean de serie B, porque presupuesto tienen, hay una cantidad de efectos considerables, pero parecen menos exhuberantes.
La metáfora es esta película. Scott tendrá que enfrentarse a sus miedos encarnados en estos siete malvados personajes, e incluso a sí mismo, para conseguir curzar la barrera que le separa de la felicidad junto a la chica que le gusta. Dejemos la parte emotiva porque esto va pareciendo más un consultorio amoroso con un post sobre cine.Toda la película está plagada de grafismo, que refuerza la parte cómica y los gags visuales, o simples detalles que hacen referencia al mundo del que procede la historia, como por ejemplo las onomatopeyas (véase los ¡POOM! o ¡BAAM!).El humor del que hace gala este film mezcla los gags, los chistes visuales y los diálogos surrealistas. Las situaciones inverosímiles se centran en las peleas de Scott y las exparejas de Ramona. Unas peleas cargadas de efectos que simulan los dibujos animados. No todas las peleas son físicas y a puñetazos, como podríais pensar. Quiero hacer especial mención a uno de los contrincantes, que es vegano y obtiene el Superpoder de la megapureza porque no come carne. Hilarante.El marcado ritmo de la película está acompañado de una banda sonora. Rock de garaje con mucha batería, de ese que te levantarías del asiento para botar como un loco y sacudir la cabeza como si fueses un guitarrista de heavy. Como la historia transcurre durante un duelo de bandas, en la que los Sex- Bob-Omb participan, la música será un personaje más del film, con vida propia. Es una adaptación de una novela gráfica pero la ambientación también esta cargadita de referencias a los videojuegos. Referencias y no tan referencias, porque a veces echas de menos el mando en las manos para dirigir a los personajes. Los gamers van a disfrutarla por su parte.

Finalmente, solo cabe decir que es un deleite para los sentidos. Es divertida e inusual. El tema no es trascendental, pero habla de algo que a todos nos ha podido pasar. Nos identificamos con facilidad con cualquiera de ellos y disfrutamos en todas las batallas. Incluso los villanos terminan por caerte bien. No es para verla una tarde. Es para disfrutarla muchas veces.

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